martes, 14 de junio de 2011

Moisés. . .el hombre que se sostuvo como viendo al Invisible. Parte I

La historia de Moisés en el AT nos deja con una sorprendente lección en cada una de las áreas de nuestra vida, siendo el hombre que representa el ojo espiritual de todo creyente en tiempos pasados, presente y futuro.  Fue pues Moisés un ilustre profeta y legislador hebreo que condujo a los israelitas desde Egipto hasta al Tierra Prometida.  Habiendo sido impuesto originalmente por una princesa de Egipto, este nombre es sin duda egipcio en su origen y según Josefo se deriva de dos palabras egipcias, MO que significa agua  y USE que significa salvado.  Con esto concuerda la forma Septuaginta Mouses.

Los Hebreos por medio de un ligero cambio lo acomodaron a su propia lengua, como lo hicieron también con otras palabras extranjeras, llamándole Moshe, del verbo Masha = sacar.

Tomando el calendario judío, Moisés nació en el año 1571 A.C. y era hijo de Amram y Jocabed, de la rama coatita de la tribu de Leví, y era hermano menor de María y Aarón.

Su historia es demasiado larga como para insertarla aquí en pocas lineas, siendo demasiado conocida para que sea menester hacerlo.  Baste pues hacer notar que se divide en tres períodos, cada uno de cuarenta años. Hechos 7:23, 30, 36.-

El primer período abarca desde su nacimiento hasta su huida a la tierra de Madián.  Cabe mencionar que fue durante su infancia, por la fé sus padres, piadosos lo expusieron en el río Nilo Hebreos 11:23, siendo luego hallado por la hija de Faraón.   Durante este primer período fue criado como el nieto de Faraón, llegando a ser un príncipe en la corte egipcia, y fue "enseñado en toda la sabiduría de los egipcios y era poderoso en sus dichos y hechos. Hechos 7:22.-

Este no es un elogio que carezca de valor, la sabiduría de los egipcios y especialmente de sus sacerdotes era entonces la más profunda del mundo.  Vivió durante este primer periodo en la opulencia y la riqueza de los egipcios durante cuarenta años.

El segundo período comienza con su huida de Egipto hasta su retorno a Egipto mismo. Hechos 7:30 y durante todo ese intervalo parece que residió en Madián,  viviendo quizás de un modo muy semejante a la usanza que siguen los Beduinos en la actualidad.   En Madián se casó con Séfora, hija del sabio y piadoso Jetro, llegando a familiarizarse con la vida en el desierto.

Fue durante este segundo período que el Ángel de Jehová. se le apareció en la zarza ardiente, lo preparó para que fuera el instrumento de la libertad de su pueblo.

El tercer período es el cual condujo a Israel por el desierto durante cuarenta años desde la liberación y salida de Egipto hasta su muerte en el monte Nebo.

La vida de este gran legislador y jefe de Israel y las instituciones que estableció presentan uno de los más bellos asuntos  que pueda ocuparse la pluma del historiador que á más de cristiano  sea también un competente anticuario bíblico.  Sus instituciones respiran un espíritu de libertad, pureza, inteligencia, justicia y humanidad, desconocida en otra parte cualquiera; y sobretodo de supremo amor, honor y obediencia a Dios.

Ellas amoldaron el carácter de los Hebreos y los transformaron en nación de pastores, en un pueblo de residencia fija y dedicado principalmente a la agricultura. Por medio de ese pueblo y de la Biblia, el influjo de dichas instituciones se ha extendido por todo el mundo, y a menudo en donde no se ha adoptado la letra de ellas, por lo menos se a adoptado su espíritu.  Eso fué lo que pasó con las leyes establecidas por "los padres peregrinos" de la Nueva Inglaterra y en parte no pequeña de lo que es de mayor valor en las instituciones que ellos fundaron, debe de atribuirse a la influencia del legislador hebreo.

Continuará con la segunda parte.

Dios les bendiga.

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